jueves, 20 de septiembre de 2007

Un saludo inicial

Queridos compañeros y compañeras (no faltemos a la novedosísima correción política que toca ejercer a quienes deseamos dedicarnos a la esfera de lo público. Que ya nos avisó Francisco Robles en su intervención del martes: "una sola crítica, una disidencia, y..."):

Soy Rafa Ruiz, vuestro condiscípulo en esta andanzas de mano de la COPE. Si Dios me da el entendimiento suficiente, adjuntaré una foto; sino, lo dejamos para otro momento, que en el mundo de la técnica y la informática es mejor entrar despacio. Desde el principio sabemos quién tiene las de perder, y precisamente no son las computadoras.

En primer lugar, querría aludir al texto precedente. Pero es que llueve sobre mojado. No sé cuántas patadas más habremos de recibir para darnos cuenta de la inmensa injusticia de la que estamos siendo víctimas. Hay quien siembra vientos sin saber que recogerá tempestades.

En fin, allá cada pueblo y sus complejos nacionalsocialistas.

El motivo de mi intervención, además de saludar por vez primera dentro de este blog-foro que espero fructifique y cumpla sus funciones comunicadoras, es para formular una cuestión al que podríamos nombrar como "moderador", al ser a su vez "creador", J. D. Periáñez. Precisamente sobre la inauguración de mi propio blog.

Probablemente por inexperiencia en los medios, o en este campo que podríamos llamar "embrión" de los mismos, no sé cómo encauzarlo.

1º: ¿Debe primar calidad o cantidad? Es decir: ¿aportar todos los días un escrito, imagen o simliar, o darme cierta tregua y comenzar, por ejemplo, proponiéndome un artículo de calidad cada tres días?

2º: ¿Marcar la línea ideológica claramente desde un principio, de manera expresa, o dejar al visitante ir poco a poco, mediante una coherencia en el discurso, descubrir sus derroteros, digamos, intelectuales?

Desde aquí, ilusionado con esta primera incursión como participante en el mundo del blog, os saludo tanto a los que decidáis participar, como quienes prefieran observar desde la barrera.
¡Hasta mañana a las diez!

Rafael Ruiz Morales

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