La foto es en la residencia del primer ministro de Canadá (en primera línea, todo un diarista), país en el que he vivido durante un año y en el que, haciéndome eco de la frase de Unamuno ''La ignorancia se cura leyendo y viajando'', he aprendido tantas cosas, tantas lecciones de convivencia, independencia, trabajo, etc. que volver a España (país al que amo de todo corazón) de mis muchos viajes al exterior me resulta a veces como volver a África, al descontrol, a la pandereta y a la falta de respeto entre la gente.
Puedo poner la mano en el fuego a que en nuestro país hay un problema mayoritario que es el de la educación. Ya podemos hablar de vivienda, seguridad, precariedad laboral... pero si seguimos empeñados en encontrar un trabajo de primera calidad nada más salir de la carrera; si seguimos decantándonos por los botellones del viernes, a no coger un taxi después del licotazo (que es muy caro si vuelve uno solo a casa, oiga), un autobús (hay que esperar hasta las 6 de la mañana, y eso es un coñazo), si seguimos dejando que la gente pase de asuntos como la quema de banderas o el mutismo de los fiscales ante las amenazas de muerte de los fascistas de siempre que en primera línea contaminan la imagen de Cataluña o Euskadi, o si ni siquiera nos preocupamos por dejarle una notita a aquél coche tan caro pero a la vez tan dulcemente indefenso al que hemos dado un golpecito y, ¡que suerte! el dueño no está dentro... muy lejos no vamos a llegar.
¿A dónde quiero llegar? Pues mirad, yo soy una persona muy reflexiva y a la vez muy filósofa. En este primer año de carrera he descubierto la etología, esa ciencia tan rara que relaciona, de la mano de su eterno pionero, Desmond Morris, la conducta de los animales con la de los seres humanos. Yo sinceramente todo lo relaciono con la etología. No sé si es una obsesión o fruto de mi aburrimiento, pero cuando veo un enfrentamiento entre los diversos grupos políticos en el Congreso de los Diputados, por tonterías como el debate de las selecciones de fútbol, yo me imagino a una panda de orangutanes que no son capaces de acordarse de los muchos contribuyentes que, entre otras cosas, hemos pagado el barnizado de las escalinatas y barandillas. Por favor, que hay temas más importantes por los que debatir. A esos 3 personajes sólo bastaría con la votación para que no volvieran a perder el tiempo. Cuando a mí se me cuelan 2 o 3 personas en una papelería, yo, que tengo poca sangre, solo me queda abandonarla y salir pensando 'vaya manada de gatos, cada uno a su bola y que le den por culo al primero que llega'. Cuando veo a tanta gente matándose en la carretera, en los accidentes laborales (la mayoría de las veces tontamente) y acabando muchos de ellos con severas amputaciones, me vienen a la mente esas licenciosas avispas, hormigas o arañas en general a la que, despojándoles de sus extremidades (¿quién no lo ha hecho alguna vez?) siguen andando como si tal, pero con una vida totalmente cambiada.
Y ahí esta el grano al que quiero 'ir'. La educación de nuestros compatriotas en el quehacer diario, y muy en especial en la manera de conducir, donde, bajo mi punto de vista, es donde más podemos percatarnos de quién de verdad mira no sólo por él mismo sino también por los demás. A mi me gusta conducir, y he tenido la oportunidad de recorrerme Europa en coche este verano. Os aseguro que es una auténtica lástima entrar de nuevo en España. Hay una cantidad de ineptos que realmente nuestros ferrocarriles no son los únicos inadaptados a la red de trenes de toda Europa: tampoco los conductores de aquí deberían salir mucho de su pueblo.
He aquí el significado que para el 80% de los conductores españoles significan las siguientes señales de tráfico en nuestro querido país. Ojo, que con lo del porcentaje os aseguro que no exagero. Quienes tengáis el plastiquito rosa estaréis totalmente deacuerdo conmigo:
STOP: Si la incorporación está algo inclinada y no es totalmente perpendicular a la vía a la que nos incorporamos, olvídate, podemos hacer un ceda al paso sin ningún problema, aquello de los coches patrulla tras los arbustos sólo salen en películas de Clint Eastwood.
Semáforos: De 12 de la noche a 5 de la mañana, y coincidiendo con el horario de 'Spice Platinum', un semáforo en rojo se convierte también en un ceda al paso. No te preocupes, los radares móviles, así como aquellas cámaras de tráfico solo estan en los cruces de avenidas más importantes.
Faros: Están para ver, no para hacerme notar. Ya pueden ser las 7 de la mañana o las 8 de la tarde; ya puede llover, nevar o hacer niebla, que yo sólo las pondré cuando no vea yo. Vamos, algo así como la Ley de la Jungla, yo hago lo que a mí me parece bueno para mí y los demás que se busquen la vida.
Uso de los intermitentes: Bueno, esto es lo mejor de lo mejor. Es lo más útil para cuando no encuentres aparcamiento. Basta con poner las luces de emergencia para hacer notar que saldrás enseguida. Pero claro, no todos tenemos un policía detrás de nosotros, así que te puedes meter en el gimnasio, puedes hacer la compra, que tu coche
no lo tocará nadie. Eso sí, no hace falta ponerlo para girar, si alguien se vé en apuros porque le has sorprendido, era culpa suya por no mantener la distancia de seguridad, ja! advertirle yo, que tontería...
Ciclomotores: Esto es lo más polémico para ciudades como Sevilla, porque claro, estos ciclomotores son unos vehículos que ni pueden circular por el recién estrenado carril-bici, ni tampoco tienen porqué respetar lo que está preparado para los coches. Ya sabéis, el tema de los semáforos y eso... ¿para qué? Si estas motos son las más ágiles.
Cruces: Esto es muy gracioso... Ya puede estar la calle a la que quieres acceder llena de coches, que tu no puedes dejar escapar la oportunidad de que lo tengas en verde para tí, así que no te importe que haya una parrilla amarilla pintada en el cruce, que tú has de pasar. Los de la calle perpendicular que aguanten hasta que se diluya un poco el tráfico.
En fin, todo esto y más es al menos con lo que yo convivo a diario. Decenas y decenas de disolutos conductores al volante que prefieren no perder la dirección de la conversación con el de al lado a perder la dirección de su vehículo. A veces pienso que en este país de animales (porque en el fondo todos somos unos borregos), la falta de respeto y sus siniestras consecuencias a la hora de desplazarnos es el precio que pagamos por tener la calidad de vida 'más alta' y ser catalogados con el reconfortante rango de '8ª potencia mundial'.
Un saludo a todos los participantes de este MASTER de COPE, y mucho ánimo para aquellos que deseen plasmar sus inquietudes.
4 comentarios:
Me ha encantado tu post....enhorabuena.
muchas gracias Esponjita, la verdad es que es una cagada, pero desgraciadamente es lo que pienso, jeje. Muchas gracias! el tuyo no está nada mal y ya nos ha contado turboman que tu blog es de los más vistos, jaja!
me llena de orgullo y honda satisfacción su genial publicación señor delegado ;) JEJEJE.
FDO: Delegatario JM
jajaja agradecido Delegatario, pero espero que pase pronto a un segundo plano pues me siento observado! ala, anímese y escriba usted algo bonito...
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